César Vallejo escribió cuentos donde en cierta forma trató el tema de la formación de la identidad nacional peruana y el problema del indio. Llevó a la ficción las fisuras de la convivencia étnica pero también los bloques de resistencia cultural y social de los sectores más pobres frente al poder autoritario e influyente de los más favorecidos.
Uno de estos cuentos es Paco Yunque, el humilde niño hijo de la empleada de una familia adinerada, que pasa humillaciones del hijo de los patrones en el colegio.
Uno de estos cuentos es Paco Yunque, el humilde niño hijo de la empleada de una familia adinerada, que pasa humillaciones del hijo de los patrones en el colegio.
La simbiosis de los niños: Paco Yunque ha sido traído del campo para acompañar a Humberto, quien es de su edad. En la casa de los Grieve, Paco es maltratado por él solo por malsana diversión, pues no se desarrolla entre ellos el vínculo amical. Paco y su madre le tienen miedo porque la subsistencia de ambos depende del puesto de sirvienta de ella en la casa de los Grieve. El abuso del muchacho representa la continuidad de la dominación social en la siguiente generación y refleja un comportamiento aprendido.
El trato abusivo se proyecta al espacio del colegio, al salón de clases donde el niño rico hostiga y amenaza a Paco, ante la impasividad del servil profesor, quien teme al padre de Grieve, continúa en el patio de recreo, donde Paco recibe una paliza gratuita hasta que es defendido por otros niños, y culmina con el robo del ejercicio de Paco por Grieve quien no presta atención a clase pero tiene maña para engañar al profesor. Paco termina llorando impotente ante el abuso sin que lo puedan consolar.
El gozo rabioso de Grieve: Humberto Grieve necesita satisfacer su ego mediante el maltrato a Paco, a quien arrebata la autoestima y el mérito de los deberes escolares, es la antítesis del apocamiento, mansedumbre e inocencia de Paco, surge frente a él para opacarle la vida. El sema de la muerte está sugerido en la similitud del apellido Grieve con la palabra grave, tumba en inglés. El placer de Humberto emana rabia, que necesita anular la vitalidad de Paco para impedirle desarrollarse al margen de él.
El trato diferencial del profesor: El profesor anónimo simplemente exculpa a Grieve de toda acción de rebeldía, no lo castiga por la tardanza ni por que el dice que fue por quedarse dormido, pero sí castiga al hijo de un albañil aunque haya justificado su tardanza por ayudar a su madre enferma en casa. El miedo de castigar al hijo del poderoso es una actitud servil que sólo sirve para condescender y encaminar a los herederos de los ricos a la satisfacción de su ambición desmedida.
El profesor no castiga nunca a Grieve a pesar que todo el salón lo reclama, justifica el sistema de dominación para mantener su trabajo, ni siquiera enmienda la ignorancia de este niño cuando dice que los peces viven sin agua en su salón porque su papá tiene mucho dinero. La discriminación se mantiene en el colegio, porque el profesor sabe que la gente de dinero tiene el poder social y que los serviles como él pueden conseguir ascensos por influencia de los ricos si complacen sus acciones.
La respuesta de los niños: Paco llega al colegio con miedo y se siente extraño frente a la desenvoltura de los otros niños. Pronto es asimilado por el grupo que lo conduce a clase y lo defiende de Grieve quien proclama que lo maltrata porque es su muchacho. Los niños reclaman juntos al profesor por su desigualdad y para acusar a Grieve, forman una conciencia de bloque para compensar el poder del dinero de Humberto y la arbitrariedad del pusilánime maestro.
Conclusión: Las simbiosis sociales no siempre son equitativas, el caso del abuso físico es un extremo para ilustrar como se superpone el poderoso al humilde, opacándolo, reduciendo su accionar y su expresión. En el cuento Grieve está urgido por reproducir el poder de su padre en el colegio, tiene a Paco Yunque como efecto de demostración y el apoyo de una fuerza ajena a la masa de niños del pueblo que es la influencia de su familia y el apoyo incondicional del profesor.
El trato abusivo se proyecta al espacio del colegio, al salón de clases donde el niño rico hostiga y amenaza a Paco, ante la impasividad del servil profesor, quien teme al padre de Grieve, continúa en el patio de recreo, donde Paco recibe una paliza gratuita hasta que es defendido por otros niños, y culmina con el robo del ejercicio de Paco por Grieve quien no presta atención a clase pero tiene maña para engañar al profesor. Paco termina llorando impotente ante el abuso sin que lo puedan consolar.
El gozo rabioso de Grieve: Humberto Grieve necesita satisfacer su ego mediante el maltrato a Paco, a quien arrebata la autoestima y el mérito de los deberes escolares, es la antítesis del apocamiento, mansedumbre e inocencia de Paco, surge frente a él para opacarle la vida. El sema de la muerte está sugerido en la similitud del apellido Grieve con la palabra grave, tumba en inglés. El placer de Humberto emana rabia, que necesita anular la vitalidad de Paco para impedirle desarrollarse al margen de él.
El trato diferencial del profesor: El profesor anónimo simplemente exculpa a Grieve de toda acción de rebeldía, no lo castiga por la tardanza ni por que el dice que fue por quedarse dormido, pero sí castiga al hijo de un albañil aunque haya justificado su tardanza por ayudar a su madre enferma en casa. El miedo de castigar al hijo del poderoso es una actitud servil que sólo sirve para condescender y encaminar a los herederos de los ricos a la satisfacción de su ambición desmedida.
El profesor no castiga nunca a Grieve a pesar que todo el salón lo reclama, justifica el sistema de dominación para mantener su trabajo, ni siquiera enmienda la ignorancia de este niño cuando dice que los peces viven sin agua en su salón porque su papá tiene mucho dinero. La discriminación se mantiene en el colegio, porque el profesor sabe que la gente de dinero tiene el poder social y que los serviles como él pueden conseguir ascensos por influencia de los ricos si complacen sus acciones.
La respuesta de los niños: Paco llega al colegio con miedo y se siente extraño frente a la desenvoltura de los otros niños. Pronto es asimilado por el grupo que lo conduce a clase y lo defiende de Grieve quien proclama que lo maltrata porque es su muchacho. Los niños reclaman juntos al profesor por su desigualdad y para acusar a Grieve, forman una conciencia de bloque para compensar el poder del dinero de Humberto y la arbitrariedad del pusilánime maestro.
Conclusión: Las simbiosis sociales no siempre son equitativas, el caso del abuso físico es un extremo para ilustrar como se superpone el poderoso al humilde, opacándolo, reduciendo su accionar y su expresión. En el cuento Grieve está urgido por reproducir el poder de su padre en el colegio, tiene a Paco Yunque como efecto de demostración y el apoyo de una fuerza ajena a la masa de niños del pueblo que es la influencia de su familia y el apoyo incondicional del profesor.
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