
- Considerando en frío, imparcialmente, que el hombre es triste, tose, y sin embargo se complace en su pecho colorado.
- El literato de puerta cerrada no sabe nada de la vida. La política, el amor, el problema económico, el desastre cordial de la esperanza, la refriega directa del hombre con los hombres, el drama menudo e inmediato de las fuerzas y las direcciones contrarias de la realidad, nada de esto sacude personalmente al escritor de puertas cerradas.
- ¿Batallas? ¡No! Pasiones. Y pasiones precedidas de dolores con rejas de esperanzas, de dolores de pueblos con esperanzas de hombres, ¡muerte y pasión de paz, las populares!
- ¡Oh! Botella sin vino ¡Oh! ¡Vino que enviudó de esta botella!
- ¿Quién no habla de un asunto muy importante muriendo de costumbre y llorando de oído?
- Hay soledad en el hogar sin bulla, sin noticias, sin verde, sin niñez.
- ¡Melancolía, deja de secarme la vida y desnuda tu labio de mujer!
- ¡Tus pies son dos heráldicas alondras que eternamente llegan de mi ayer!
- ¡La tumba es todavía un sexo de mujer que atrae al hombre!
- Simplificado el corazón, pienso en tu sexo, ante el hijear maduro del día.
- Aquella noche de setiembre, fuiste tan buena para mí... ¡Hasta dolerme!
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